13 de octubre, día cúspide de las fiestas
- Naia Sevilla
- 14 oct 2018
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 13 nov 2018
Tras kilos de comida, litros de zurracapote y con el cuerpo a punto de desfallecer, llegaba el día de San Fausto. Para muchos el día más especial de las fiestas.
A hombros de la cuadrilla Txikerrak, el patrón de Basauri recorría el pueblo bajo la mirada atenta de sus fieles, que le acompañaron en su recorrido hasta la Iglesia de San Pedro.
En la plaza contigua, Edurre Dantza Taldea amenizaba la mañana con una exhibición de danzas vascas. Las cuadrillas, por su parte, empezaban las labores de montaje para la comida popular, que este año reuniría a más de 3000 personas.
Una vez puesto todo a punto, los integrantes de las cuadrillas recolocaron sus trajes para salir guapos en la foto oficial. Después, con gerrikos y camisas ya desabrochadas empezaba la comida. El himno de San Fausto les puso en pie varias veces durante la celebración para ondear sus pañuelos. Y el concurso de irrintzis provocó risas entre el público y los propios participantes, que, después de una semana de fiestas, no parecían tener la voz preparada para dar el do de pecho.
Con los estómagos llenos dio comienzo el acto que más público reúne anualmente: el sokatira. Los participantes empezaron a calentar y a llenar de zurracapote las suelas de sus abarcas para evitar resbalones. Las cuadrillas, como mismísimos hooligans, alentaban a sus equipos.
Antes de la tirada final, tuvo lugar el concurso de lanzamiento de txapela, en el que el Txanogorritxu se proclamó campeón. Ya con la txapela en la cabeza, Urbiko Lagunak, entre los chicos, y Aldatxa, entre las chicas, demostraron, ambos por segundo año consecutivo, seguir siendo los más fuertes.
Como si no se hubiesen celebrado ya los suficientes campeonatos, el concurso de tragones de chorizo daba comienzo al finalizar los anteriores. En este concurso, los participantes tienen que comer, en el mínimo tiempo posible, un kilo de chorizo, una barra de pan y una botella de vino. Todo esto entre cuatro participantes, por supuesto. Aunque los de Basauri, con el orgullo que les caracteriza, mantienen poder hacerlo de forma individual.
Al acabar el concurso, el público, con el estómago abierto, y los participantes aprovecharon para recargar pilas, pues La Tokokera, Amparanoia y la orquesta Rémix iban a hacerles bajar la comilona.
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